miércoles, 6 de febrero de 2019

¿Puedo darle carne de cerdo cruda a mi perro o a mi gato?


¿Es mala la carne de cerdo para mi perro o gato? ¿Puedo darle cerdo a mi perro o gato? ¿Es bueno que el pienso contenga cerdo?


No existe mucha información al respecto sobre este tema, pero os cuento un poco lo que he podido encontrar sobre ello.

Para los gatos es un alimento absolutamente prohibido. Este tipo de carne deshidrata y fuerza tanto a los riñones como el hígado para eliminar el amonio. Si sumamos a este hecho la tendencia de los gatos a beber muy poca agua, se desaconseja totalmente.
Las moléculas de grasa son mas grandes que en otras carnes y pueden llegar a bloquear los pequeños capilares que tiene el gato.

En perros parece ser un tipo de carne más tolerable, sin excedernos en las cantidades, no tiene que dar problemas. 

¿Por qué hay piensos como Acana (Yorkshire Pork) de cerdo?

Para usarlos como descartes en alergia durante un corto período de 2 meses como máximo.
También son usados como rotación entre piensos. Mucha gente tiene la costumbre de ir cambiando la  variedad en cada saco.
Habiendo carnes menos problemáticas en cuanto a residuos de amonio y aminoácidos, basar la dieta completa del perro, meses tras meses, en cerdo, no sería muy adecuado para el animal.

La carne y pescado están compuestos, en parte, (a parte de grasa, proteína, minerales…) por sustancias nitrogenadas no proteicas.

Destacan: Creatina, aminoácidos como la Histidina, la Alanina, Glicina. Son importantes  Aminas como son el amoniaco y el óxido de trimetilamonio y la homarina; nucleótidos como el ATP, dipéptidos; urea.

Los aspectos positivos de la carne de cerdo son:

  Es rica en vitamina B1: con 100g de carne magra de cerdo se obtienen 0,966mg de vitamina B1, lo que representa el 64% de la CDR. El puerco contiene doce veces más vitamina B1 que la ternera o el pollo, y unas ocho veces más que el cordero.

  Contiene grasa menos nociva: la grasa del cerdo contiene una proporción mayor de ácidos grasos poliinsaturados y monoinsaturados que la de la ternera o la del cerdo, aunque menor que la del pollo. Estos ácidos grasos compensan en parte los efectos nocivos de la grasa saturada y del colesterol.


La carne de cerdo y sus derivados están especialmente desaconsejados en los siguientes casos:

  Hipertensión: debido a su elevado contenido en sal y a su efecto hipertensor.
  Arteriosclerosis y enfermedades coronarias: debido a su elevado contenido en grasa total, grasa saturada y colesterol.
  Gota y ácido úrico elevado. Es alta en purinas
  Insuficiencia renal
  Enfermedades hepáticas: por sobrecargar el funcionamiento del hígado y favorecer la cirrosis.
  Enfermedades de la piel: por su contenido en histamina que favorece la aparición de eccemas y furúnculos.
  Niños y ancianos: por ser los más susceptibles a las infecciones.
  Enfermos de cáncer: por su contenido en sustancias cancerígenas.

Al oxidar los aminoácidos de las proteínas para eliminarlos, aumenta la concentración plasmática de amonio (NH4+), un metabolito tóxico que altera el pH y lo vuelve ácido. Este es el gran problema de las proteínas, que acidifican el medio afectando a funciones neuronales, cardiovasculares y respiratorias.El organismo reacciona a la toxicidad del amonio y por un lado en el hígado este compuesto se transforma en urea, menos tóxico pero que de todas formas hay que eliminar. Ahora le toca el turno al riñón, que no le queda otra que aumentar el volumen de orina reteniendo más agua para poder eliminar este exceso de urea y amoníaco. Esto conlleva cierto grado de deshidratación, con lo que si a una dieta alta en proteínas le sumas baja hidratación, mal se lo estás poniendo a tu cuerpo.

  Presencia de sustancias nocivas: contiene tres sustancias en cantidades superiores comparando con otras carnes:
•        Histamina: favorece la aparición de alergias alimentarias
•        Tiramina: aumenta la tensión arterial
•        Hipoxantina: genera adicción al consumo de carne.

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