martes, 21 de enero de 2014

Resultados...

Hola humanos.
Pues como os dije, el viernes fuimos a ese lugar que tanto odio.  ¿Habéis estado alguna vez? Entras y primero tienes que esperar un buen rato, mi dueña me sube a una cosa de metal y dice quieto...después grita que he engordado y me dan ganas de  decirla de todo porque mi preciosa figura está inalterable. Al rato sale un humano que se cree guay y dice esa asquerosa palabra: Entrad. No quiero no quiero y no quiero. Me quito el arnés y me piro, pero de nada valen mis intentos y me cogen en brazos y no me queda otra que ladrar (yo no lloro). Total que una vez dentro el humanoide disfrazado de pitufo azul cree que me va a engatusar con chucherías,  pero no pienso caer en su estúpida trampa. En cambio Oli zampa y zampa, será iluso.  No sabe que todo eso forma parte de un plan maléfico en el cual sufres innumerables mutilaciones y demás barbaridades que no voy a contar.
Y como no, me suben a la dichosa mesa metálica.  Me pongo a ladrar y vociferar (yo no lloro) y mi dueña estúpida me coge y piensa que voy a calmarme porque me diga shhh. Anda y vete a cagar. El pitufo no se que hizo, no vi nada ni me enteré de nada, pero yo ladré en do mayor (porque yo no lloro).
Acto seguido fue Oli subido a la mesa, y ese se revolvió,  eso te pasa por aceptar chucherías de un pitufo, al final te hizo daño panoli.
En resumen, no tenemos la enfermedad del mosco de las narices y estamos sanos. Yo dicen que tengo azúcar y no lo niego, me he hartado estas navidades. Me da igual...o eso pensaba yo porque mi dueña me ha quitado todas las chuches, paté y huesos. Me saca a correr y a dar paseos y dice que como no se me baje el azúcar me olvide por siempre jamás de los huesos... eso no se lo cree ni ella. Cagaré terrones y aun así seguiré comiendo huesos, por mucho azucar que me saque el pitufo azul ese.

No hay comentarios:

Publicar un comentario